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omo en múltiples ocasiones anteriores, lo profetas de calamidades vuelven a pronosticar el momento fatídico. Esta vez aseguran que el cometa Elenin chocará contra la Tierra.

Ahora se trata del 11-11-11, o sea la combinación del mes 11 con el día 11 del año 11. Lo cual realmente no es 11, ya que el 2011 se convierte en 4 según la Numerología (2011 = 2 + 0 + 1 + 1 = 4, pues todos los números se reducen a una sola cifra al efectuar cálculos numerológicos).

Esta vez la historia se repite, como hace algunos meses un predicador octogenario de una secta cristiana alarmó a muchos anunciando que ese día “se acababa el mundo”. Y por supuesto nada pasó.

En esta ocasión se asegura que será el choque del cometa Elenin contra la Tierra el que provocará la destrucción del planeta.

Pero el gran error que cometen muchos de los llamados “profetas de la catástrofe” es no ver el conjunto, sino particularizar en algo que les llame la atención y a partir de esa noción elaborar sus teorías. Éste es el problema clásico del llamado “fundamentalismo religioso”, que toma al pie de la letra las escrituras de sus respectivas religiones sin darse cuenta el momento histórico en que fueron escritas. Y como en muchos casos hay metáforas y parábolas que son simplemente eso, y no hechos históricos.

El 11 de noviembre de 2011 llegará, y será otro día más. Aunque por supuesto todo llega a su fin, y la Tierra también lo hará en algún momento. Sin embargo, se calcula que esto ocurrirá de aquí a unos cuantos billones de años, como describe de forma magistral el desaparecido astrónomo y astrofísico Carl Sagan en su obra Cosmos:

“Dentro de varios miles de millones de años habrá un día perfecto. Entonces, a partir de un período de millones de años el Sol comenzará a hincharse, la Tierra se calentará, la mayoría de las formas de vida desaparecerán, el mar se retirará dejando libres las costas, los océanos comenzarán a evaporarse y la atmósfera escapará al espacio. A medida que el Sol avance hacia una gran estrella roja y gigantesca, la Tierra se secará, quedará árida, sin aire. Eventualmente el Sol tragará nuestro mundo y todo habrá acabado”, afirmó en su momento Sagan.

Akon es uno de los raperos más famosos del mundo que ha reivindicado su vida a través de la música. Piensa retirarse de los escenarios, pero no sin antes presentarse en el país, el sábado 24 en el Kartódromo Julián Barceló.

¿El mayor sueño de Akon? “Retirarme, ¡jajaja! Sinceramente es algo que me gustaría hacer y estoy en una posición en la que puedo hacerlo, pero siento mucho amor y pasión por la música y no puedo dejarlo ir. Por otro lado, no lo hago por respeto a mis fans”, respondió a la pregunta de LISTÍN DIARIO.

En sus primeros trabajos, Akon narra parte de su vida. Su canción “Lonely”, lanzada en 1995 con su primer disco “Trouble”, alcanzó el primer lugar en todo el mundo. Sin embargo, el cantante ya no está solo.

La voz de Akon se mezcla con las de otros famosos artistas, y Omega lo conquistó con “El producto”, porque este dominicano ha dejado vuelto loco y sin idea a cantantes extranjeros.

“Más que una experiencia fue como un sueño, que puedo salir de mi estilo y hacer algo diferente y ser exitoso. Omega ha sido de tremenda ayuda para poder entrar a este mercado sin parecer ridículo”, sostiene el intérprete de “Smack That”.

Akon no tiene problemas en colaborar con colegas. Sin embargo, ser el último artista en grabar con el fallecido Rey del Pop la canción “Hold my hand” ha sido lo más decisivo para él. “Trabajar con Michael Jackson fue llegar a la cima de mi carrera. Siento que ya lo hice todo”, confiesa.

Cambio
La vida es dueña de sus paradojas. Sin haber pagado condena en la cárcel, Akon quizás no estuviera en el lugar que ocupa hoy.

“Creo que cambió mi vida, para serte sincero. Me siento bendecido, porque si no hubiera pasado, no sé dónde estaría hoy día. Cuando estuve allí me di cuenta de las cosas que quería hacer y tomé la dirección correcta”, explica.

Después de “Trouble”, surgió “Konvicted”. “Con esto pensé que el mundo me vería y entendería quién en realidad yo era, y me juzgaría por mi historia y mi pasado”, afirma el exconvicto que robaba autos. Más tarde lanzó “Freedom” para “limpiar” un poco su persona.

Sin embargo, parece que Akon disfruta más la vida y con mucho ritmo, sobre todo latino. “Amo a la comunidad latina y su música. Siempre están haciendo música increíble, aunque la melodía fue lo que captó mi atención, pues mi español no es muy bueno”, enfatiza el rapero de “Sexy Chick”.

Él ha hechizado a la juventud con el hip hop. “Ha sido la opinión dominante por mucho tiempo y creo que va a seguir así”, asegura el cantante que pagó sus errores sin esconderlos.

Con un pasado gris en las calles del guetto, hoy Akon se pasea con libertad en su Lamborghini Gallardo mientras multitudes de todas partes del mundo lo aclaman.